A veces creo que la política peruana debería ser una serie dramática. Tendría mucho éxito. La reflexión viene a mí, específicamente, luego de que el Legislativo aprobara el gabinete de Mirtha Vásquez. Sin duda, sorprendente de que casi la mitad de parlamentarios del partido oficialista Perú Libre haya votado en contra, lo que demostraría una vez más que en la política peruana velan por sus propios intereses.
Pese a aquellos votos, el gabinete obtuvo la aprobación con 68 votos a favor, cuatro más de los que necesitaba. Además, consiguió 56 en contra y una abstención. En comparación con las votaciones en los casos de anteriores titulares de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) en los últimos 21 años, Vásquez es quien más votos en contra sumó.
Bueno. Si se lo perdieron, pues acá les resumo los dos días de debate en el Pleno del Congreso:
El 25 de octubre Mirtha Vásquez expuso las políticas generales del gobierno en salud, educación, reactivación económica, entre otros temas de vital importancia para el país y 31 congresistas sustentaron sus opiniones a favor y en contra. Esta sesión fue suspendida por el fallecimiento de Fernando Herrera, excongresista de Perú Libre por Tacna.
El 4 de noviembre el resto de congresistas continuaron exponiendo sus posiciones. Después, la premier tomó la palabra, habló sobre justicia social, reforma laboral, educación, salud e indicó que los conflictos y problemas son solucionables gracias al debate. Luego, Vásquez le dio pase al ministro de Economía, Pedro Francke que refirió al crecimiento del sector minero en un 11% y del sector manufacturero en un 11.5%, la recuperación económica y de las expectativas empresariales que pasaron al terreno “optimista”.
Terminada su disertación, la presidenta del Congreso, María del Carmen Alva, le dio la palabra al ministro de Salud, Hernando Cevallos. Él señaló que hay suficientes vacunas para toda la población y ya no hay excusas de las llegadas de lotes. La primera ministra Mirtha Vásquez volvió a tomar la palabra. Agradeció los aportes de los congresistas y cuestionamientos hechos durante los dos días de debate. Y a continuación, pidió la cuestión de confianza para su gabinete.
Con 127 parlamentarios presentes, los votos por bancada fueron los siguientes: 19 a favor y 16 en contra (Perú Libre); 24 en contra (Fuerza Popular); 14 a favor y 1 en blanco de María del Carmen Alva (Acción Popular); 13 a favor y 2 en contra (Alianza para el Progreso); 3 a favor y 6 en contra (Avanza País); 3 a favor, 6 en contra y 1 abstención de Noelia Herrera (Renovación Popular); 8 a favor y 1 en contra (Somos Perú - Partido Morado); 4 a favor y 1 en contra (Podemos Perú); 4 a favor y 1 en blanco de Edgard Reymundo (Juntos por el Perú); y 1 a favor de Carlos Zeballos que no está agrupado a un partido político.
Cabe resaltar, como dije anteriormente, que casi la mitad de Perú Libre votó en contra del gabinete Mirtha Vásquez, siendo ella de izquierda como este partido. El ala afín al fundador del partido, Vladimir Cerrón, se le opuso. El vocero titular de la bancada oficialista, Waldemar Cerrón, ya había adelantado esa postura cuando Vásquez y sus ministros juraron el cargo.
Un presunto “cerronista” fue el expremier Guido Bellido con su voto en contra. Esta parte de la bancada oficialista compartió sus intereses con el partido de oposición Fuerza Popular, que fue consecuente con su ideología política de derecha y toda su bancada votó en contra. Se podría decir que aquellos congresistas de Perú Libre se aliaron con el “enemigo” y se sumaron al “Megazord de la corrupción”. Aquello demostraría que solo velan por sus propios intereses, ya sean de izquierda o derecha, configurándose así la “ambidiestra” en la política peruana.
Por su parte, Acción Popular, partido de centro, le ganó su lado de izquierda y votó a favor casi por completo. La bancada de Acuña votó en su gran mayoría a favor. Los partidos de derecha de Hernando de Soto y Rafael López Aliaga votaron en su mayoría en contra, pero hubo sorprendentes excepciones. Por otro lado, las bancadas Somos Perú - Partido Morado y Podemos Perú estuvieron casi completamente de acuerdo con el gabinete, pero tuvieron cada uno un voto en contra. Finalmente, el partido de izquierda Juntos por el Perú votó claramente a favor.
La decisión del Congreso de aprobar el gabinete de Mirtha Vásquez estuvo correcta. Acabaron con la incertidumbre que se tenía. Como aspectos positivos, Pedro Francke (ministro de Economía) y Aníbal Torres (ministro de Justicia) dan calma al país en sus respectivos cargos. Además, el ministro de Salud, Hernando Cevallos, avanza paulatinamente con la vacunación contra el COVID-19 y cada vez hay menos muertes. También, la representación de la mujer es mayor que la del exgabinete Bellido: ahora cinco, antes solo dos.
Con respecto a los cuestionamientos a ministros, Luis Barrenzuela, exabogado de “Los Dinámicos del Centro” y Vladimir Cerrón y quien organizó aparentemente una fiesta el 31 de octubre justo cuando su ministerio lo prohibía, renunció a su cargo un día antes de la sesión del 4 de noviembre y fue reemplazado por Avelino Guillén. Asimismo, las controversias del ministro de Trasportes y Comunicaciones, acusado de propiciar la informalidad y el de Defensa, posteriormente denunciado por ascensos irregulares en las Fuerzas Armadas, no eran suficientes para negarle la confianza a todo un gabinete y darle la oportunidad de trabajar por el país. Por lo tanto, considero correcta la decisión del Pleno de aprobarlo.
Se sabe que existe la interpelación que la realiza el Congreso a los ministros cuestionables y a eso apelaron días después. Sin embargo, no aprobaron interpelar al ministro de Transportes y Comunicaciones, Juan Silva, pero sí al entonces ministro de Defensa, Walter Ayala, para el martes 16 de noviembre. Esto no se podrá realizar, ya que renunció a su cargo el domingo 14 de noviembre.
Todo este entramado político, tan episódico como en una serie dramática, ocurrió en aproximadamente un mes. Fueron dos sesiones del Pleno y decisiones políticas adyacentes. Es así que, reafirmo mi aprobación al gabinete Mirtha Vasquéz, negarle la oportunidad hubiera propiciado la inestabilidad política y económica, de la cual nos estábamos recuperando con la salida de Guido Bellido. Sin duda, hay asuntos que mejorar, ministros cuestionados que menos mal salieron y otros por revisar, confío y rezo por la mejora. Y como dijo Pedro Francke: “Disculpen si parecía demasiado optimista, pero muestro mi satisfacción de los avances”.
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