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Los trastornos mentales están de moda: El peligroso auge de los videos de autodiagnóstico en TikTok

Foto del escritor: Anghel EspinozaAnghel Espinoza

Miles de creadores de contenido en la plataforma han inducido a jóvenes y adolescentes a autodiagnosticarse clínicamente, deteriorando su salud mental

Los adolescentes tienden a compararse con los influencers que ven en TikTok. Ilustración: Imagen generada a partir de la inteligencia artificial Dall-E.

Por: María Espinoza, Anghel Espinoza y Fiorella Ramírez

¿Te sientes cansado o estresado? ¿Tienes dificultades para dormir? ¿Tu estado de ánimo cambia muy fácilmente? ¿Evitas lugares donde hay mucha gente? ¿Sientes desinterés por cosas que antes te gustaban? Pues le informamos que usted tiene un cuadro depresivo y ansioso, o al menos eso le diagnosticaría un influencer en TikTok.

Si en las últimas décadas, Google ha creado un trauma general que inevitablemente conduce al autodiagnóstico cada vez que se nos presenta un problema físico o mental, la plataforma china TikTok está agravando el problema. Desde autismo, trastornos alimentarios hasta enfermedades mentales inventadas; son miles de videos que someten a la audiencia a un “checklist” para conseguir su diagnóstico psicológico de turno.

No hay nadie que se salve, todos somos propensos a dudar de nuestra salud y cordura ante este tipo de contenido. Sin embargo, los más vulnerables son los niños y adolescentes, que han convertido el problema en una tendencia. El joven de 16 años, Ronan Cosgrove, hijo de una terapeuta, explicó que entre los adolescentes de su edad se ha puesto de moda identificarse con un trastorno de salud mental. En otras palabras, es considerado un rasgo de la personalidad, en lugar de una enfermedad que quieren sanar.

“Yo tengo eso”

Recientemente el diario The New York Times publicó un artículo con el caso de Kianna, una estudiante de 17 años de Baltimore. Ella contó que cuando estaba sola en su dormitorio, en pandemia, tenía demasiado tiempo para pensar sobre su aislamiento y empezó a criticar su aspecto. “Recuerdo que pasaba horas en TikTok [...] fue entonces cuando mi autoestima empezó a caer”, dijo.

Comenzó a ver videos en TikTok sobre el trastorno de despersonalización, un tipo de trastorno disociativo que puede hacer que la gente sienta su cuerpo desconectado de sus pensamientos, casi como si estuviera en un sueño. “Yo tengo eso”, recuerda que pensó. “Tenía tan metido en la cabeza que me estaba pasando algo”, agregó.

Así como Kianna, son varios los jóvenes que se mimetizan con los síntomas que creen tener tras autodiagnosticarse debido a los videos que se difunden en la aplicación. “Lo que ocurre es que se minimiza la búsqueda de ayuda profesional y apoyo personal porque se “romantiza” las enfermedades mentales. En ese contexto, podría ocurrir que la salud mental se deteriore y se generen mayores niveles de ansiedad, depresión o desviación suicida”, nos comenta Álvaro Valdivia Pareja, psicólogo clínico y fundador del Centro Peruano de Suicidología y Prevención del Suicidio.

En niños y adolescentes, los síntomas son más notorios debido a que son justamente ellos quienes más consumen este tipo de cuentas, y se etiquetan o diagnostican sin saber lo que realmente significa. “Lo correcto sería que estos temas solamente sean transmitidos de forma profesional por parte de personas que tengan una formación académica pertinente y experiencia de trabajo, para eso está justamente la carrera, para tratar el tema con información basada en evidencia e investigación”, agrega Valdivia.

Para mejorar la grave situación, el terapeuta recomienda a los creadores de contenido que se asesoren o inviten a un especialista de la salud mental, ya que muchos de ellos tienen experiencias personales con trastornos y enfermedades mentales, por lo que su intención es buena, pero la desinformación puede contrarrestar todo.

Explica además que “no se trata de invalidar a las personas que tengan experiencias personales y quieran compartirlas, porque creo que es igual de importante, pero cuando se habla a una población general grande, se debe tener evidencia en lo que se dice, entonces los testimonios de una persona deben ser consultados con un especialista”.

Si bien son los creadores de contenido quienes deberían replantear la forma en la que comunican, también hay un trabajo por parte de los padres de mantenerse vigilantes con la información que sus hijos consumen. Valdivia recomienda que en caso sean ignorados y decidan hacer caso omiso, busquen la ayuda de un joven de la misma edad para que puedan sentirse más identificados.




















La otra cara de la moneda

Algunos terapeutas usan TikTok para combatir fake news sobre salud mental. Foto: Escribano Cano

La salud mental se define como el estado de equilibrio entre una persona y su entorno sociocultural, lo que permite garantizar su participación laboral, intelectual y de relacionamiento social. La Organización Mundial de la Salud (OMS) la define como “un estado de completo bienestar físico, mental y social”, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.

A escala mundial, la OMS (2020) establece que 50 millones de personas sufren algún trastorno mental. Las principales afecciones son depresión, trastornos generados por el uso de alcohol, esquizofrenia y trastorno bipolar. La organización puntualiza además que una de cada cuatro familias tiene por lo menos un miembro afectado por un trastorno mental.

Paula Agudo García, consultora experta en redes sociales, comentó a La Vanguardia la tendencia de muchos adolescentes y jóvenes “a hablar sobre sus problemas psicológicos y enfermedades mentales”, lo que en sí mismo podría ser positivo, porque “es una forma de visibilizar estas dolencias y normalizarlas”. Sin embargo, estos contenidos pueden generar mucha confusión entre su audiencia, porque "la adolescencia es dura y muchos jóvenes hablan de los síntomas que sufren o creen sufrir, pero no tienen un diagnóstico cierto, sino de un autodiagnóstico basado en sensaciones y en informaciones que encuentran en la red".

De tal manera, hablar de salud mental en TikTok está bien. No obstante, el problema son aquellos influencers que no son especialistas en el tema: no son psicólogos, ni psiquiatras o terapeutas. Estos famosos creadores de contenido avalados en su reconocimiento digital y autoridad mediática evalúan y diagnostican sobre trastornos mentales, lo que podría ocasionar un daño al usuario.

Por otro lado, algunos terapeutas usan TikTok para combatir fake news sobre salud mental. El Dr. Grant, presidente del comité de la Asociación Estadounidense de Psicología que desarrolla orientación sobre el uso de dispositivos y redes sociales, señaló a La Vanguardia que “algunos terapeutas utilizan TikTok para combatir la información errónea sobre las afecciones de salud mental”, como Evan Lieberman, trabajadora social con más de un millón de seguidores en TikTok. Ella asegura que “a pesar de lo excelente que es la nueva conciencia sobre la salud mental entre los adolescentes, parece haber una tendencia a utilizar los diagnósticos de salud mental como moneda social”.

La punta de un iceberg

El Dr. Grant advirtió de un mal mayor, porque el hecho de que un joven esté saturado de contenido negativo, “puede alterar la química del cerebro, desplazando a los neurotransmisores (dopamina y serotonina), para sentirse bien con hormonas del estrés (cortisol y adrenalina)”.

Una de las formas en que más afecta TikTok al cerebro es generando adicción debido a la inmediatez del contenido y a la precisión del algoritmo. Horas y horas pueden pasar sin darnos cuenta dejando de lado actividades importantes. “Es común que se experimenten problemas para dejar de utilizar la aplicación, incluso cuando consideramos que ya llevamos demasiado tiempo y deseamos parar”, añade el portal web La mente es maravillosa.

Además, un estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Corea en Seúl, señala que abusar de los smartphones provoca desequilibrios químicos en el cerebro, cuando menos entre los jóvenes. Los autores realizaron un estudio con 38 adolescentes, la mitad hacía un uso normal de sus celulares y la otra mitad estaba diagnosticada con adicción a los celulares y al internet. El análisis a su cerebro se hizo por medio de la resonancia magnética.

Hyung Suk Seo, director de esta investigación presentada en el marco de la Reunión Anual 2017 de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (RSNA), señaló que los adolescentes adictos a los móviles alcanzaron mayores puntuaciones en las escalas de depresión, ansiedad, impulsividad y gravedad del insomnio. No obstante, el efecto fue reversible a través de una terapia cognitiva del comportamiento de nueve semanas. Los resultados mostraron que los niveles de los neurotransmisores se habían normalizado.

Abusar de los teléfonos móviles podría crear desequilibrios químicos en el cerebro. Foto: ABC Salud

Artistas se alejan de las redes sociales

El uso de las redes sociales puede aumentar los sentimientos de negatividad, depresión, entre otros riesgos para la salud mental. Muchos artistas famosos han decidido abandonar estas redes para protegerse. El actor Tom Holland dejó Twitter e Instagram porque le resultaba agobiante.

Igualmente, el cantante Justin Bieber se alejó de Instagram por el exceso de comentarios negativos, del mismo modo que Selena Gómez, quien eliminó su cuenta en dicha red social por los comentarios de odio. Finalmente, el cantautor Harry Styles ha mencionado en varias ocasiones que las redes sociales son peligrosas y que lo mejor para la salud mental es alejarse de ellas, ya que alimentan el odio de la gente.

Los famosos están siempre en la mira de la opinión ajena, por lo que deciden hacer una pausa. Foto: Genbeta

La constante conexión a las redes sociales causa fatiga y saturación informativa. Esta situación sobrecarga a los artistas, pues están expuestos a la opinión ajena y, ante ello, deciden hacer una pausa sana. Desconectarnos “permite que nos volvamos a conectar con nosotros mismos y casi al mismo tiempo con el otro”, asegura Alberto Álvarez, psicoanalista y miembro de la Asociación de Psiquiatras Argentinos (APSA).

La desintoxicación digital es un mecanismo de defensa al que muchas personas recurren para dejar de usar dispositivos electrónicos (celular, laptop, tablet, etc.) con el fin de volver a interactuar con el mundo que los rodea. Sin embargo, la era digital dificulta dejar por completo las redes sociales y la tecnología, pero es saludable reducir su consumo por algunas horas para volver a enfocarse en la realidad.

Buscar ayuda

Para muchos jóvenes peruanos y con pocos recursos, los tiktoks que hemos referido pueden ser las primeras discusiones sobre salud mental a las que están expuestos, especialmente si estos temas no se tratan en casa o en la escuela. De hecho, es posible que algunos espectadores no hayan tenido educación previa sobre salud mental antes de ver estos temas tratados en TikTok.

Como sociedad, debemos ser conscientes de los desafíos a los que se enfrenta la generación actual, que son excepcionalmente difíciles de afrontar. El efecto que fenómenos como la pandemia y la digitalidad están devastando su salud mental es terrible. Al mismo tiempo, existen muchas barreras que impiden que busquen la atención que necesitan.

El estigma hacia los problemas de salud mental, creer que estos no son lo suficientemente graves como para pedir ayuda, la falta de confianza en los profesionales de la salud y no saber a dónde acudir para obtener apoyo son varios factores que debemos considerar de cara al problema. Por lo pronto, podemos recomendar buscar atención en los centros de psicología y psiquiatría de su distrito o de la capital.

LÍNEAS DE AYUDA

0800-10828: Ministerio de Salud: Servicio de Orientación y Consejería Telefónica en Salud – Infosalud.

381-3695: Instituto Nacional de Salud Mental “Honorio Delgado Hideyo Noguchi”: Servicio de consejería a las personas con problemas de salud mental.


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